En la localidad de Los Tremellos se disputó la final de la liga 2019 de bolos que desde el mes de Mayo se ha venido disputando durante los fines de semana. Un torneo que cuenta con la colaboración de la Exma. Diputación Provincial a través del Instituto para el Deporte y Juventud (IDJ). Cinco eran los equipos participantes al ser los campeones de cada uno de los grupos, de los cuales, cuatro habían sido campeones de la primera fase. Ese hecho les permitió tener un calendario más asequible que supieron aprovechar para plantarse en la final. Tan solo Villasur de Herreros se quedó en la cuneta siendo sobrepasado por Modúbar de San Cibrián.

Quintanilla Vivar B fue el vencedor del grupo I al conseguir un empate en la última jornada contra Hontoria de la Cantera A y verse favorecido por la derrota de Villariezo B en su propia cancha ante Palazuelos de la Sierra. En el grupo II se jugaban el puesto Villamiel de la Sierra y Villayerno Morquillas en cancha de los primeros a los que doblegaron con apuros en su primera partida por 3-2 y un cómodo 5-0 en la segunda desvaneciendo las posibilidades de los visitantes. En el grupo III se la jugaban en duelo directo Villariezo A y Salgüero de Juarros, donde los locales tampoco fallaron y ganaron por 4-1 y 3-2, ya que Montorio A fue derrotado por Monasterio de Rodilla en su propia pista. En el grupo IV estaba el campeón del año 2018, Cubillo del Campo A y, fiel a su condición de favorito, logró todos los puntos en juego y el pase a la final con antelación tras su victoria en Santa Cruz de Juarros por 2-3 y 1-4, no dejando opciones a su rival. Y en el grupo V, después de los tropiezos de Villasur, se la jugaban Cueva de Juarros y Modúbar de San Cibrián. La clara victoria de los forasteros por un doble 1-4 les plantó en la final.

Una final en la que tan solo había una novedad respecto al año anterior; todos los equipos repitieron final excepto Villariezo A que volvía de nuevo a luchar por el título. El formato de la final era jugar a los cinco juegos y otorgando 5 puntos al equipo que más bolos sumara en cada juego, cuatro al segundo, tres al tercero, dos al cuarto y uno al quinto. Tras el pertinente sorteo del orden de juegos fue Quintanilla Vivar el que comenzó al castro diabla, siendo los cinco puntos para Villariezo. Luego se jugó a la diabla siendo Cubillo el vencedor colocándose en cabeza. Un puesto que refrendaron a pasabolo con cinco puntos más, ampliando su ventaja. Flojearon al castro mano, pero sus rivales no lo supieron aprovechar, saliendo airosos, ya que tan solo Modúbar les restó algún punto. Y a la mano los cinco puntos se los llevó el colista Quintanilla, siendo segundo Cubillo que dejaba la clasificación al final de la primera manga con 21,5 puntos sobre un total de 25. Una excelente actuación. La segunda plaza era en ese momento para Villariezo con 15,5, una diferencia considerable. Tras ellos iban Modúbar con 15 puntos, Quintanilla 12 y Villamiel 11 con una floja actuación.

En la segunda vuelta más de lo mismo. Comenzó Quintanilla destacando a la mano, pero solo restó un punto a Cubillo que fue segundo y logrando 4 puntos que le ampliaban la ventaja. Nuevo pleno al castro mano y empate al castro diabla con Quintanilla repartiendo los puntos y que matemáticamente daba el título al equipo de Cubillo A. Faltaba por decidir el el subcampeonato donde Quintanilla tenía medio punto de ventaja sobre Modúbar y dos puntos sobre Villariezo. Modúbar se desinfló a pasabolo y diabla y el duelo entre los otros dos equipos fue para Quintanilla que sacó tres puntos a Villariezo.

 La clasificación final fue la siguiente:

1º: Cubillo del Campo A con 40 puntos.

2º: Quintanilla Vivar B con 32,5 puntos.

3º: Villariezo A con 29,5 puntos.

4º: Modúbar de San Cibrián con 26 puntos.

5º: Villamiel de la Sierra con 22 puntos.

En la foto vemos al equipo de Cubillo del Campo que repitió título por segundo año consecutivo. Lo forman Jesús del Pino, Sergio Lara, Ángel del Pino y agachados Miguel del Pino e Iván del Pino.

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