Se sabía que la crono iba a incrementar las diferencias y posiblemente hacer una criba entre los favoritos. Quince kilómetros representa una distancia importante para dar un vuelco a la clasificación. Igualmente se había pronosticado que Alejandro Valverde era el principal candidato para arrebatar el maillot de líder, al velocista Ben Hermans (Vlaanderen). Pero las quinielas no hicieron pleno. Al contrario el jefe de filas del Caisse D’Epargne no subió al podio, aunque sí se cambió el liderato que pasó a manos del americano Tom Danielson (Garmin). Fue una cuestión de segundos. La lucha contra el crono obligó a acudir a las matemáticas. Tom Danielson fue el ganador con 17,09 minutos; mientras que el favorito, Alejandro Valverde, paró el reloj en 17,27. Es decir, 18 segundos de diferencia. En la general, la ventaja del murciano sobre el americano era de 13 segundos, lo que implicaba que el de Garmin se convertía en el cuarto líder de la Vuelta con una diferencia de 5 segundos sobre el corredor de Caisse D’Epargne. Un dígito que puede ser insignificante en las duras rampas de Neila, que será el escenario donde se dispute la verdadera y definitiva batalla de la Vuelta a Burgos. La crono no consiguió despejar muchas dudas, porque los grandes escaladores también hicieron ayer una buena carrera. Valverde tiene más opciones que Danielson, pero sus rivales más directos están firmes y les siguen muy de cerca. Xabier Tondo (Andalucía) y Stefano Garzelli (Acqua & Sapone) tienen mucho que decir y aportar hoy en la dura etapa que coronará las Lagunas de Neila. Sobrino y Cuesta La cuarta etapa de la ronda castellana resultó tan interesante como se preveía. El circuito era idóneo para la lucha contra el reloj. La carretera tenía tres tramos diferentes. En el primero, los corredores tuvieron que rodar sin apenas protección -los verdes viñedos no ofrecían ningún tipo de resguardo-. En la llegada a Pedrosa de Duero el trazado cambiaba, había toboganes y el viento soplaba de costado. Superado el paso intermedio y tras un ligero descenso se volvía a variar la orientación. El tramo final de unos 700 metros, picaba hacia arriba lo que incrementaba la dificultad. El primero en tomar la salida fue el último clasificado, Eriz Ruiz (Orbea), que realizó un tiempo de 18,58 minutos. Muy pronto compitió el corredor que serviría de referencia para el resto de la carrera. Lieuwe Westra (Vacansoleil) logró el mejor tiempo intermedio (8,53 minutos) y total (17,56 minutos). Mientras se sucedían las salidas y a la espera de los grandes especialistas y de los favoritos, la sorpresa la propició Joaquín Sobrino. El corredor del Burgos Monumental, que sufriera una aparatosa caída en la meta de Reyes Católicos y que recibió varios puntos de sutura en la ceja, tomó la salida. Afirmó encontrarse en buenas condiciones físicas y con el permiso de los médicos compitió en la contrarreloj. El tiempo que hizo fue muy discreto, pero lo sobresaliente fue el coraje del velocista asturiano del Burgos Monumental. También sorprendió y muy gratamente Íñigo Cuesta (Cervélo). Hizo una crono fantástica, que le ha permitido alzarse hasta la décima plaza de la general, siendo el primer burgalés y castellano y leonés de la Vuelta a Burgos. Fuente: Diario de Burgos GALERÍA DE IMÁGENES