Piragüismo, senderismo, escalada, pesca, bicicleta de montaña, orientación, veladas de animación, excursiones, clases de inglés y todo tipo de juegos. A los 250 chavales que pasan por Pineda de la Sierra durante los meses de julio y agosto no les queda ni un minuto para el aburrimiento. Los campamentos de verano organizados por la Diputación provincial ofrecen multitud de atractivos para los chavales que se lo pasan en grande, aprenden, hacen amigos y conviven durante 15 días con niños de toda la provincia. A lo largo del verano se organizan cinco turnos con cincuenta niños cada uno, para no sobrecargar los albergues y para asegurar la seguridad y la atención particularizada de cada niño. Siete monitores especializados y un socorrista, cuidan y se preocupan de los chicos, garantizando al mismo tiempo su diversión y entretenimiento. La clases de inglés corren a cargo de dos profesores nativos, de Escocia y Estados Unidos respectivamente, que transmiten sus conocimientos a través de juegos, expresión corporal y dinamizando las clases para que resulten más amenas. La intención es conseguir que los niños automaticen la lengua extranjera desde la infancia para que los conocimientos se fijen sin dificultad y no se olviden a largo plazo. Sin embargo, no son las clases lo que más gusta a estos niños, la diversión en el agua es lo más deseado del día. El piragüismo es por unanimidad su actividad preferida. Los albergues de Bernabé Pérez Ortíz y de Valle del Sol, recibieron ayer la visita del presidente de la Diputación, Vicente Orden Vigara, que quiso conocer de primera mano las instalaciones donde se hospedan los niños y monitores. Fue recibido por Santiago Rojo Gutiérrez, alcalde de Pineda de la Sierra y por los monitores y coordinadores de las distintas actividades. En un ambiente distendido y agradable, se mostró interesado en conocer a cada uno de las chicos, su lugar de procedencia, las actividades que practicaban, e incluso lo que les daban de comer cada día. A pesar de su visible buen humor por el estupendo estado en el que se encontraban los albergues, apremió al arreglo urgente de la iluminación externa y de ciertas carencias en la cocina del situado en Valle del Sol. Estos campamentos, que llevan realizándose más de treinta años, son un referente a nivel provincial. De las 250 plazas disponibles, tienen preferencia los niños empadronados en municipios de menos de 20.000 habitantes. Vïgara afirmó que lo deseable sería que todas las plazas fueran cubiertas por estos pequeños pueblos, ya que las ciudades cuentan con muchas más opciones de ocio y campamentos urbanos durante todo el año. Además de los campamentos en Pineda de la Sierra, la Diputación provincial organiza a través del Instituto Provincial para el Deporte y Juventud, otros ocho distribuidos en distintos puntos de nuestra geografía. El presupuesto destinado a estas actividades es de 197.800 euros para un total de 540 plazas. Este tipo de campamentos constituyen una buena opción vacacional para los chavales. Fuente: Diario de Burgos