La fábrica de sal de Poza

En un principio la intención del autor, Manu Gil, fue la de hacer una transcripción del texto de la Memoria que Pablo Roda escribió en el año 1853 siendo administrador jefe de las salinas de Poza. Sin embargo, a medida que realizaba dicha transcripción, la Memoria de Pablo Roda se fue revelando como un documento que propiciaba un análisis más en profundidad del fenómeno económico, sociológico e incluso antropológico que supuso la existencia de esta soberbia explotación salinera en Poza, catalogada entonces como Fábrica de Sal.

Fue esto lo que animó al autor a realizar a modo de desordenado y algunas veces emocionado itinerario literario, una serie de comentarios y reflexiones sobre el texto del administrador, que constituyen la primera parte de este libro. La segunda, como apéndice, se ofrece la transcripción completa de dicha Memoria, y el texto que escribió tres años antes sobre estas mismas salinas el ingeniero de minas Pío Josué y Barreda.

Sin duda, los trabajos que realizaron estos dos hombres sobre el establecimiento salinero de Poza, además del excepcional valor patrimonial que poseen, ofrecen una extraordinaria visión de cómo la administración del estado se relacionaba con las poblaciones y los bienes que tenía bajo su custodia, y ayudan a comprender, más allá de su singularidad, la anomalía socio-económica que representaba esta villa burgalesa dentro del entorno castellano-leonés.

Se incluye en el libro una reproducción del Plano de las Salinas de Poza (Don Fray Joseph de San Juan de la Cruz – 23 Julio 1765) que nos rebela lo que tuvo que suponer social, psicológica y culturalmente para los habitantes de Poza, la existencia de aquella descomunal fábrica de sal creciendo siglo tras siglo a sus espaldas.