Fue campeón del Mundo de atletismo universitario en 1988 en Bolonia y ahora es uno de los máximos responsables de organizar el Cross de Atapuerca, que en siete años ya se ha consolidado como uno de los mejores del mundo. Los diez primeros clasificados del cross fueron atletas africanos. ¿Tan superiores son? Sin duda. Desde el punto de vista fisiológico tienen una estructura diferente; y desde el punto de vista social para ellos es una manera de tener un nivel económico. Durante el fin de semana visitó junto a algunos atletas el parque arqueológico y el museo. ¿Qué les pareció? Los dos campeones del mundo de cross se quedaron sorprendidos con la recreación del parque arqueológico. Por la tarde, en el museo, les llamó la atención la zona de los homínidos. Les hubiese gustado verlo con mucho más detenimiento. Se quedaron sorprendidos que exista un museo que recoja la evolución humana. Cualquiera que haya visitado países como Kenia puede ver las condiciones de vida y cómo entrenan allí los atletas. ¿La necesidad les hace ser mejores? Creo que sí. El componente social es muy importante porque a través del atletismo pueden alcanzar un estatus totalmente diferente. Los ingresos que consiguen aquí, les permite tener muchas cosas en su país que de otra manera sería imposible. ¿Qué piensan estos atletas cuando vienen a Europa? Son gente muy agradecida. Les sorprende la organización de las competiciones. ¿A qué nivel está ahora mismo el Cross de Atapuerca? La organización quiere una buena carrera y cuidar mucho las categorías inferiores. Eso lo hemos conseguido porque traemos a las grandes figuras mundiales, que atraen al resto del público. Sumando todo ello, y según la opinión generalizada, a día de hoy, hemos hecho el mejor cross de España. ¿No le da vértigo la responsabilidad de mantener ese nivel? No. Siempre hemos ido paso a paso, pensando en el atleta. Solo queremos que los atletas se encuentren cómodos y que cuando vayan a su casa hablen bien del cross de Atapuerca, de la Diputación y de la organización. El presupuesto es de 170.000 euros, la mayoría aportados por la Diputación. ¿Es rentable? La repercusión que ha tenido en todo el mundo ha sido bestial, y también ha repercutido en las empresas hoteleras de la zona. Una de las funciones de la Diputación es vender la provincia. La Diputación también organiza la Vuelta a Burgos. ¿Podrán subsistir a nivel económico dos pruebas de tanto nivel? Nosotros ejecutamos lo que nos manda la corporación. Hacemos la vuelta con mucho cariño, creemos en ella y también tiene mucha rentabilidad, lo mismo que el cross de Atapuerca. Hay quien piensa que la apuesta deportiva de futuro es el cross de Atapuerca en lugar de la Vuelta, que es más cara. Son dos modelos compatibles. El cross está muy localizado, mientras que la Vuelta vende todas las excelencias de la provincia, que son muchas. Muchos alcaldes piensan que ese dinero estaría mejor destinado a arreglar las carreteras. En esta sociedad debemos intentar compaginar todas las necesidades en todos los ámbitos. ¿Cómo se puede demostrar que estos eventos son rentables? Hay estudios que hemos hecho que lo demuestran, valorando lo que cuesta una campaña publicitaria como esta. La Vuelta ha vivido momentos de gloria, con la participación de los mejores ciclistas del mundo. Sin embargo las cosas han cambiado. ¿Tiene futuro esta carrera según está el ciclismo mundial? Hubo dos o tres años muy duros, pero creo que el ciclismo ha recuperado protagonismo. Que nadie piense que se va a acabar por todos esos temas que están surgiendo. El éxito, tanto a nivel de público como de repercusión de las dos últimas ediciones, justifican que tiene su espacio. La lacra del dopaje, ¿perjudica al buscar apoyos económicos? Ha sido un lastre para todas las carreras. Lo cierto es que el ciclismo está en permanente sospecha. El problema es que se está asociando a los ciclistas con una palabra tan dura como drogadictos. Es un grave error. Si alguien mirase la lista de sustancias prohibidas que tiene un ciclista se comprueba que las limitaciones son bestiales. Casi no pueden tomar una aspirina y luego se le exige que suban cinco o seis puertos en 250 kilómetros. Debemos analizar nuestro concepto del ciclismo. Ahora ha surgido el caso Contador. ¿Cree que realmente todo es por un filete en mal estado? Todos somos nuestros responsables de los análisis a los que nos sometemos. A partir de ahí creo que en este caso hay mucho más y me gustaría creer en su inocencia por el bien del ciclismo. ¿Qué más hay? Se está haciendo una campaña comentando que España no juega limpio en el tema del dopaje. Los ciclistas y los atletas están obligados a estar localizables los 365 días del año. Luego, siempre hay una oveja negra. ¿Por qué el atletismo y el ciclismo son los deportes en los que aparecen más casos de dopaje? Son dos actividades muy exigentes físicamente. No te puedes esconder nunca, hay que estar siempre con las fuerzas al máximo y por eso mucha gente ha caído en esa tentación de lograr un extra en su rendimiento. ¿Y por qué no en el fútbol o el baloncesto? No se mide de la misma manera a todos los deportistas. Fuente: www.diariodeburgos.es