Una extensión es un programa que se instala junto al navegador proporcionándolo funciones añadidas. Hay un gran número de extensiones que llevan a cabo tareas muy distintas, siendo muy comunes aquellas que bloquean publicidad, las que nos ayudan a gestionar contraseñas, las que enlazan con nuestros sistemas de almacenamiento en la nube, etc.
Hemos de tener en cuenta que una extensión es un software desarrollado por un tercero, y en su instalación deberemos tomar las precauciones adecuadas.
Como si se tratara de una app para nuestro móvil, tendremos que:

  • Informarnos sobre el desarrollador. Serán más fiables las extensiones de fuentes conocidas, como los propios navegadores, buscadores, etc.
  • Revisar los comentarios de los usuarios. Esto nos permitirá verificar si cumple con su cometido, y la calidad del funcionamiento de la misma.
  • Comprobar los permisos que solicita. La extensión necesitará una serie de permisos en nuestro equipo para llevar a cabo su función, pero puede hacernos desconfiar, el hecho de que pida más permisos de lo que consideramos pertinente. Por ejemplo, si estamos instalando una extensión que elimine la publicidad, no debiera ser necesario que nos solicitara permiso para acceder a nuestra ubicación.
  • Número de usuarios de la misma. Nos da una idea del éxito de la extensión, cuantos más usuarios la usen, en principio, más fiabilidad.

OSI, la Oficina de Seguridad del Internauta, ha publicado un interesante artículo en el que nos indica la forma de instalar y desinstalar estos programas en los navegadores: Extensiones: Superpoderes para los navegadores