Localidad de Aranda de Duero

El río Duero da nombre y vértebra geográficamente la comarca que ocupa el extremo meridional de la provincia de Burgos. Y en el centro de esta vega se encuentra su capital: Aranda de Duero. De ahí le viene el nombre Aranda (vega amplia) y del río, su apellido. Tierra de gran historia fue fundada en el siglo X. Por su condición de ciudad fronteriza entre los reinos cristianos (norte) y musulmanes (sur), sus comienzos estuvieron marcados por grandes conflictos. En el siglo XIII la villa había obtenido de la mano de Sancho IV y Pedro I su condición de realengo. Ciudad codiciada por muchos y testigo de numerosas intrigas por tal posición, (Diego López de Haro, quiso hacerse con ella durante la minoría de edad de Fernando IV), pero nunca perdió tal privilegio. Y son notables las grandes obras allí construidas, la iglesia de Santa María y la de San Juan. La primera construida durante la Baja Edad Media y los Siglos XV y XVI, época de máximo esplendor. Destaca en ella su potada retablo de finales del siglo XV y principios del XVI. En su interior destaca su valioso púlpito renacentista, la escalera del coro y el retablo mayor de estilo romanista. La iglesia gótica de San Juan desde cuya torre fortificada se protegió el conjunto urbano durante el medievo. En su interior puede admirase el retablo plateresco ubicado en la capilla de las Calderonas realizado por un autor desconocido en el siglo XVI. Gracias a su emplazamiento privilegiado y al desarrollo de la agricultura la han convertido en un importante núcleo industrial, bajo el nombre de Polo de Descongestión de Madrid, volcando todo su futuro en el Polígono Industrial. Sin embargo la agricultura mantiene todavía un peso específico: unas 6000 h. cubiertas de vides, que nos proporcionan unos caldos de gran sabor. Estos grandes vinos suelen acompañar en la buena mesa al cordero asado, rey de la comarca.